domingo, 30 de octubre de 2011

De castillos por Segovia (parte)

Un día festivo en Madrid da para mucho. La ventaja de estar en el centro geográfico (aprox.) es que se puede ir en todas las direcciones.
Una bonita excursión es hacer una ruta de castillos por la zona norte de Segovia: castillos de Coca y Cuéllar, y quien quiera más (por ejemplo, para pasar el fin de semana completo por la znoa, puede añadir Santa María de Nieva y Turégano. En algunos libros las refieren com "la ruta de las grandes atalayas segovianas".
El castillo de Coca (de la Edad Media, ciertas restauraciones posteriores y en parte usado actualmente como centro educativo de capataces forestales) es imponente, creado en una hondonada del terreno, con un foso alrededor (nunca llenado de agua) y con unas torres altamente defensivas y decoradas. A pesar de que el sol y el paso del tiempo han hecho que se perdieran gran parte de sus encantos decorativos, algún resto queda y deja ver que debió ser impresionante.
La visita turística es muy interesante y está bine explicada, pasando por distintas zonas, haciendo un recorrido único que incluyse salas militares, lo alto de una torre (con vistas inigualables de la zona) y la zona que roda el castillo se puede vistar de forma libre.
Por su parte, Cuéllar tiene varios encantos: el castillo (de origen medieval y restauraciones posteriores; ahora parte está convertido en IES) tiene una vista externa imponente y con una muralla adosada que es visitable en parte. Muy restaurada (quizá demasiado), pero que es curiosa de ver. Al pasear por el pueblo, se ven más trozos de muralla, pero no son visitables por ser parte de viviendas y patios particulares (esto es una pena, pero en la historia no siempre ha habido el mismo concepto de Bien de interés Histórico-Artístico).
El castillo se puede visitar en una ruta guiada corta (unos 30 min) o en una más larga y teatralizada (2 horas). Esta segunda opción incluye una primera parte en la iglesia cercana que es centro de estudio del arte mudéjar. Y luego continúa por el castillo: distintas estancias explicadas y con pequeñas dramatizaciones que siguen un hilo discursivo (en este castillo fue el primer lugar de España donde se puso en marcha esta curiosa iniciativa).
Al estar en pleno Segovia, comer es una actividad más dentro de las visitas culturales: diversos menús con asados, opciones de lechal, cochinillo... que hacen que el día merezca más la pena y que invitan a repetir por la zona sin ingún problema.
Una idea es salir de Madrid temprano, llegar a Coca a las 11:00 (cuando abren el castillo), tras la visita dar una vuelta por el pueblo, ir a Cuéllar, reservar una visita para la tarde, pasear por esta localidad, comer y visitar el castillo en la modalidad elegida para cenar en Turégano y volver a Madrid o volver directamente y dejar Turégano para otro día, con otra ruta y otra comida al horno...

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